Figuras de lo fraterno

Autor/es : Juana M. Droeven

¿Quién reconoce al hermano como hermano? ¿Quién, cuándo y de qué modo puede llamar “hermano” a otro? No existe un “tipo de hermano” como esencia de la personalidad; en una misma historia de vida podemos ver cómo se combinan una variedad de figuras a lo largo del tiempo o incluso simultáneamente.
Hay tres formas de vínculo muy diferentes que suelen ser confundidos o resultan invisibles para los modelos clásicos: el parental-filial, el fraterno-filial y el fraterno-fraterno. Este último no pertenece al mundo de lo instituido y por lo tanto hasta ahora no había sido considerado en ningún modelo.

En este libro se presenta una gran variedad de figuras de la hermandad, que permiten generar distinciones respecto de los modos relacionales. No son concebidas de modo normativo (ni como ideal ni como patología). Algunas de las figuras han surgido como fruto de la elaboración de la experiencia de primeras entrevistas terapéuticas. Otras han aflorado en el diálogo con otros terapeutas. Finalmente, se presenta un conjunto de figuras y “figuritas” que nacieron a partir de historias de vida.

En todas ellas surgen diferentes formas de “desfraternización”, es decir, intentos de limitar, impedir o dificultar el desarrollo y la expresión del lazo fraterno fraterno. La ampliación de la mirada hacia los vínculos electivos implica un abordaje más sutil y complejo, de modo de habilitar un tipo de pensamiento que haga lugar a las “modulaciones vinculares” que resultan totalmente invisibles en los modelos instituidos, pues la teorización es completamente plana cuando está capturada por los a priori relacionales.