CUANDO LA FAMILIA NO ALCANZA: SISTEMAS AL BORDE, SISTEMAS EN EL BORDE. FRAGMENTACIÓN, VIOLENCIA, SUBJETIVIDADES. VULNERABILIDAD Y POTENCIA

 

[dropcap type=»circle» color=»#ffffff» background=»#555555″]E[/dropcap]l 28 de junio de 2008 se llevó a cabo la Jornada, fue una realización conjunta de FyP, Fundación Familias y Parejas y la UBA dentro del marco de la Carrera de Especialización en Terapia Sistémico-Relacional que se dicta en nuestra Institución.
La coordinadora de la Jornada fue la Lic. María Esther Cavagnis.
Para dar comienzo a la jornada escuchamos las palabras de la Lic. María Rosa Glasserman Directoria General del FyP y Directora de la Carrera de Especialización.
A continuación seleccionaremos algunos fragmentos del material editado en la revista Encuentros (a disposición de quien quiera consultarla en la Institución)

 

Ponencia: ¿Y si la familia no alcanza? Una perspectiva histórica del problema
Mariana Cantarelli. Comentarios acerca de la ponencia de Lic. Alejandra Esborraz

 

Los encuentros de diálogo parecen ser más fáciles cuando el otro tiene una lógica que acopla con la nuestra, que a decir de Maturana nos encaja estructuralmente. Ese sentimiento me acompañó en la lectura inicial de la síntesis en la escucha de la ponencia de mi invitada a interpelar: mariana Cantarelli. ¿Y si la familia no alcanza?. Una perspectiva histórica del problema, fue el título que eligió.
Comparto las ideas que va trasmitiendo, como la forma en que lo hace y eso me produce alegría y tensión, la sigo, su exposición es clara y prolija.
Con una respetuosa preocupación por ser entendida, porque no se pierdan ni uno solo de sus razonamientos, porque queden casi marcados en la memoria de cada uno de lo oyentes.
Planteo ocurrente del problema, introducción basada en el título del tema, desarrollo y ampliación, resolución que deja abierto un espacio de libertad, de creatividad e invención. Se me van ocurriendo preguntas, huecos mínimos que creo no contempló, todo aquello que pueda permitirme entrar, darme existencia y con ella incluir a la Institución… tal era el mandato.

 

Vamos a las ideas de su ponencia, realizada por la Lic. Alejandra Esborraz, Coordinadora de asistencia de la Institución.

“La familia no alcanza” afirmación problemática que nos acompaña desde hace 250 años, designando un cambio de época, el no alcanzar de la familia manifiesta su insuficiencia en el sentido de que la experiencia de la vida no puede ser contenida en ella.
Una estrategia estatal para que alcance fue articularla con la escuela. Hoy, esto también está puesto en cuestión, se agota y desfonda de sentido como solución intentada.
Contemporáneos a esta lógica social la pregunta que apunta a transformar nuestras subjetividades es ¿qué hacemos con ese no alcanzar que se impone como un problema permanente, cuando las estrategias se complican? ¿qué hacemos, recordando a Sartre, con aquello que hicieron de uno?
En la medida que nuestro problema es subjetivo y político ya que emerge del ámbito de la convivencia nos obliga a pensar en cómo construir reglas de convivencia en un espacio como éste, donde las estrategias modernas ya no sirven.
Cantarelli deja en claro que las respuestas a este problema político no deben ser reductibles a discursos técnicos (procedimientos), ni a discursos morales (valores), ni a discursos judiciales (normas), pues cualquiera de dichos intentos suponen que existe una regla, una fórmula, a priori, que resuelva el problema. Por lo tanto no hay aquí ni malentendido técnico que pueda resolverse con un procedimiento, ni desacuerdo moral que encuentre salida con nuevos valores, ni conflicto judicial que se culmine con otras normas. Seguirá sin alcanzar hasta que no pensemos en la dimensión subjetivo-política de la cuestión.
Pues el problema político moderno por excelencia es el problema de la regulación de la convivencia, lo que implica construir un artificio, inventar algo para regular la convivencia en la contingencia.
Pensar políticamente es pensar, permanentemente, un artificio en la contingencia, en una dimensión por encima de los procedimientos, valores y normas.
¿Pero qué es pensar una regla de convivencia?
Es pensar el desacuerdo.
A decir de Rancière el desacuerdo no emerge por no entendernos, tampoco por no conocernos: “la convivencia es el desacuerdo”, es armar ese artificio capaz de contener el desacuerdo, no resolverlo, contenerlo con un dispositivo que regule esa tensión, ese erotismo que produce, como un plus, para que tenga lugar.
La construcción e invención situacional son las respuestas al “no alcanzar” en su dimensión política , invención y construcción que indefectiblemente producen y se producen en una subjetividad responsable.
Hasta aquí la síntesis de la presentación.
Resonancias de Morin acompañan mi escucha “si existe un pensamiento complejo este no será capaz de abrir todas las puertas sino un pensamiento donde estará siempre presente la dificultad”.
Regular la convivencia ¿será construir un dispositivo que nos ayude a contener la disyunción, el menos de la suma de las partes, el desorden, la incertidumbre?
¿A qué estamos llamando convivencia? ¿A un encuentro de iguales, de desiguales, de diferentes desiguales, de diferentes iguales? Luego de las disertaciones y pensando en soluciones entiendo como una salida posible , a la aceptación del otro como tal en su diferencia y límite, aceptación que culmine con la espera ilusoria de lo que debiera ser “aquél”, “bancando sus defectos”, solo desde allí podremos abrir nuestra propia subjetividad a la creatividad, a la invención de acciones que contengan el disenso, aprovechándolo en toda su potencia productiva.
Retorno al video y toda su carga de impotencia y pienso que una dimensión ética que incluye la producción de una subjetividad responsable, nos exige comprometernos día a día en ésta búsqueda de alternativas, desde nuestras prácticas, como protagonistas activos, en la construcción de aquellos dispositivos que apunten a disolver el aislamiento y la exclusión.
Fue muy grata la tarea encomendada, hubiera seguido compartiendo más ideas, más experiencias, más preguntas. Me despido con una convicción: estos son los encuentros que más motivan, los que dejan con ganas de más y nos conectan con la potencia, la nuestra, la del otro, la de la convivencia.

 

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Comentario acerca de la ponencia de la Dra. Ana María Fernández

 

La siguiente síntesis realizada por Ana I. Martínez, Directora de docencia del FYP, incluye sus recortes, fragmentarios como todo recorte, de la presentación, junto con citas textuales de algunos párrafos del libro “Instituciones Estalladas”, fue el modo que encontré de transmitir lo que me pareció central en el aporte de Fernández, Ana María.
Finalizada la proyección del video, mientras cada uno de nosotros trataba de procesar el impacto producido, algunas palabras quedaron resonando: exclusión, soledad, indefensión, abandono….
La ponencia de Ana María Fernández me conectó con la necesidad de salir de la sensación de impotencia y PENSAR, pensar en el sentido de pensar cosas nuevas, pensar en el sentido de estimular nuestra inventiva y crear recursos diferentes, pensar con actitud de no rendirse ante la inmensidad de la tarea y pensar en la dirección de la búsqueda de articulaciones que generen encuentro entre disciplinas que asuman una posición crítica, visibilizando las estrategias de poder, las estrategias biopolíticas de desigualdad.
Instituciones estalladas, desfondamiento de sentidos, diferencias desigualadas, son algunos de los conceptos que desarrolló en su presentación.
Dice: “Que no existan políticas en Salud es una política, que no haya políticas en Educación es una política.”
La situación que atraviesa “la familia” como institución, tendríamos que contextualizarla en una Argentina que “necesita instituciones donde se despliegue lo político…. instituciones públicas que recuperen un antiguo y básico sentido: ser los pilares de la igualdad de oportunidades… instituciones públicas que puedan inventar nuevos sentidos que las hagan funcionales de acuerdo a sus nuevas realidades… instituciones públicas que no contradigan aquél antiguo y básico ordenador de sus prácticas: ser garantes de la igualdad de oportunidades, de la producción colectiva de autonomías… sostén de la producción colectiva de ciudadanía”; en nuestro país “el estado no protege a los jubilados, en el transporte público no se cuida a los discapacitados, ni las familias protegen a los niños abusados… el problema no fue achicar el Estado, sino el corrimiento del eje fundamental del Estado que dejó de dar garantías al conjunto de sus ciudadanos.
“El Estado deja caer o es una máquina de impedir…hoy la impunidad es un organizador social”
En alguno de sus textos (1) se explaya en estos conceptos y dice: “… si no existe presión moral colectiva que sancione lo incorrecto, no hay razones para el bien actuar… Si en las instituciones los reglamentos han perdido todo sentido y las infracciones no tienen sanción, si en los espacios públicos no hay apropiación colectiva reglada, hay apropiación salvaje de lo que me conviene. Las instituciones dejan de ser ordenadoras de sentido y reguladoras de prácticas. Dejan de producir los amparos imprescindibles para la producción de modos de subjetivación que distingan con claridad el bien del mal, lo público de lo privado y que puedan articular negociaciones legales entre deberes y derechos.”
En su presentación agrega “El desafío es cómo repensar el común…cómo iluminar el espejismo de la igualdad, registrar la desigualdad y hacer políticas que hagan posible la igualdad en el sentido de ser tenido en cuenta… políticas susceptibles de inventar nuevos modos de subjetivación, capaces de instituir lazos sociales que resistan la atomización, políticas no solo como el arte de lo posible sino, dice, como un modo de correr los bordes de lo posible”
Ana María cita en su libro a T. Negri y F. Guattari (2) con tres palabras que quedaron resonando en mi, ya que estuvieron presentes a lo largo de toda la presentación: Singularidad, autonomía y libertad.
Pienso que estos tres términos se registraron tan claramente en mi memoria, porque me permiten conectarme con la tarea clínica cotidiana, son aquello que creo que puedo aportar en el vínculo con los pacientes: registrarlos en su singularidad en el abordaje del sufrimiento que los trae a la consulta, ayudarlos en una búsqueda de sí que, respetando su diferencia aumente sus grados de libertad y autonomía relacional.
Quise pensar que en el contexto tan complejo y cambiante del cual formamos parte, plagado de “diferencias desigualadas” puedo imaginar estos términos (singularidad, autonomía, libertad) como algunas de las múltiples líneas de fuga que menciona A.M. Fernández, que harían posible, desde el sistema terapéutico, la construcción-reproducción de lazos que resistan la atomización, que nos permitan en el trabajo conjunto con nuestros pacientes, aunar potencias y “correr el borde de lo posible”.

 

(1) Fernández, A.M. y colaboradores,”Instituciones estalladas” EUDEBA, 4ª
Re impresión, Buenos Aires, 2008
(2) Negri,T- Guattari,F, “Las verdades nómadas. Por nuevos espacios de libertad”, País Vasco, Tercera Prensa, 1996

 

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LAS RELACIONES FAMILIARES DE JOVENES EN CONFLICTO
CON LA LEY.
Una mirada desde la sociología.

 

A continuación las observaciones teóricas de la Lic .Ana Schock, Coordinadora del Equipo de Violencia familiar sobre la presentación del Dr. Gabriel Kessler.

 

La presentación de Dr. Gabriel Kessler giró en torno a dos preguntas:
1- ¿Cuáles son las particularidades en las relaciones familiares que se pueden ver en éstos jóvenes?
2- ¿Cuál es la relación entre el mundo del trabajo y la lógica de la previsión y el lugar del desdibujamiento de la ley?

 

1- Las investigaciones sobre el tema se han centrado en el estudio de las familias “no intactas “, casos en los que ha cesado el vínculo original entre los padres o donde las madres han estado siempre solas. El consenso actual es que sólo en interacción con otros factores, determinados contextos familiares constituyen contextos donde es más probable que se desarrollen actividades delictivas.
Una serie de investigaciones cambia el eje de la cuestión: buscan el origen para el impacto positivo o negativo de las relaciones familiares menos en su integridad estructural que en su dinámica interna, a tal punto que el divorcio tendría un impacto positivo en los hijos cuando el hogar está físicamente intacto pero vincularmente resquebrajado o cuando hay una alta presencia de padres abusadores.
La separación pareciera afectar negativamente al desarticularse un esquema doméstico previo sin que haya posibilidad de recurrir a familiares o instituciones para colaborar con el cuidado de los hijos pequeños.
La madre es el personaje central en la vida de éstos jóvenes. Es la única que no deja jamás de visitarlos cuando están en prisión, que no dudan en dar todo por ellos , sin importar lo que hayan hecho.
Los hijos sienten culpa frente a ella y prometen rescatarse para que no sufra más.
Si el sentimiento dominante en la relación con la madre es la culpa, en el caso del padre es la deuda.
Deudas generadas por lo que no hicieron por ellos , por el tiempo en que no convivieron , por el dinero o las palabras que no les brindaron.
Una figura central es la abuela materna. Es uno de los pocos personajes que, junto a la madre, permanece en contacto con el joven .El hogar de la abuela es un refugio cuando no tienen dónde ir.
En cuanto a la organización cotidiana de sus hogares, los jóvenes están a cargo de escasas tareas. Aquí, la poca participación es un indicador de la pérdida de interdependencia, entendida como la necesidad de
coordinación y complementariedad para la realización de objetivos comunes.

 

2- En los jóvenes entrevistados la inestabilidad laboral era la norma.
En el caso argentino, el problema adquiere características peculiares por las modalidades locales del desempleo.
La mayor parte de los puestos de trabajo corresponden a posiciones precarias, con bajas remuneraciones, sin cobertura social y con nula protección contra el despido. Así ven frente a ellos un horizonte de precariedad duradera en el que es imposible vislumbrar algún atisbo de carrera laboral.
Así van desplegando racionalidades de muy corto plazo, cuyo objetivo es la obtención inmediata de dinero , con poca consideración de sus consecuencias futuras. El trabajo se transforma en un recurso más de obtención de ingresos junto con el robo , el pedido en la vía pública , el apriete y el peaje . Es una lógica de fines y no de medios.
En cuanto a las leyes… no había una desaparición de la ley sino un desdibujamiento de la misma.
Nuestros entrevistados sabían perfectamente cuales acciones eran legales y cuáles no. Sin embargo, en general a todos les costaba percibir la ley en tanto la facultad poseída por un tercero para intervenir legítimamente en un conflicto privado.
El desdibujamiento de la ley no implica la desaparición de un marco normativo de evaluación de sus acciones pero la cuestión es que se trata de juicios morales locales. Un caso paradigmático es el de un joven que cuenta indignado una ocasión en la que fue a robar a una casa. Apoyado el caño del revólver en la cabeza de sus hijos, el dueño niega tener dinero; sólo con el arma en su cabeza , la víctima saca el botín escondido. Nuestro entrevistado no puede ocultar su ira mientras relata el hecho : “¡Qué clase de padre es… le importa más su vida que la de sus hijos¡…. ¡Debería haberlo matado¡“. Y antes de partir, le clava su cuchillo en el muslo….” ¡para que aprenda¡.

 

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