Ateneo FyP

 

[dropcap type=»circle» color=»#ffffff» background=»#555555″]E[/dropcap]n principio, antes de hablar específicamente sobre el tema enunciado, quería comentarles cómo surgió la necesidad de crear este equipo, que comenzó a funcionar hace poco más de un año.
Si bien la problemática que presentaba cada familia derivada por la justicia, podría incluirse en alguno de los equipos existentes, pareja, familias ensambladas, familias con niños y adolescentes; el hecho de tener una derivación jurídica tiñe a cualquier situación de un matiz singular.
Al haber un Ámbito judicializado, se incorporan personajes nuevos a la posible instancia terapéutica… hay Jueces, Asistente sociales, Peritos, Pericias, Abogados que nos hacen incorporar un lenguaje tan particular que nos fue surgiendo la necesidad de crear en la Fundación, un espacio diferenciado.
Las familias que llegan a nuestro Equipo son derivadas de los Juzgados de familia. Muchas veces nos hemos preguntado: ¿por qué la familia recurrió a la justicia? ¿Para qué? ¿Qué encuentra en la instancia legal que no encontró en otro ámbito? ¿No lo encontró o directamente no lo buscó?
Muchas de las familias que nos consultan han atravesado una instancia terapéutica; otros llegan en pleno proceso terapéutico.
Sin embargo, notamos que en el discurso de los que asisten y de los terapeutas, no hay generado un espacio de reflexión o de cuestionamiento.
Muchas veces cuando hablamos con los terapeutas intervinientes nos encontramos con posturas tomadas, miradas parcializadas, juicios de valor asignados. Por ej. Terapeutas de niños (hijos de divorcios destructivos) que nunca han convocado al otro progenitor, o terapeutas de uno de los dos progenitores que presenta el mismo discurso que su paciente. Así vamos incorporando discursos isomórficos que mantienen un statu quo… y que ayudan a que nada cambie.
En este tipo de pacientes descubrimos, que… no hay preguntas…solo respuestas.
No hay reflexión…solo acusación.
No hay dudas…solo certezas.
No hay demanda espontánea…solo cumplir con la derivación.
Podemos decir que si la justicia es la que deriva…también es la que demanda, ocupando el lugar de la consultante.

 

LA JUSTICIA COMO DERIVADORA DE ¿PACIENTES?

Siempre hemos recalcado la importancia del derivador, en todo proceso terapéutico.
En nuestro caso pareciera ser que es la justicia la que demanda nuestra ayuda, aunándose en ella el rol de derivadora y consultante. Es habitual en las presentaciones a las que asistimos en el espacio de los jueves, iniciarlas con un genograma familiar cuando la temática lo permite.
Podríamos intentar un genograma familiar de nuestro consultante que es a la vez el derivador, apoyándonos en la mitología: el genograma de la Justicia:
Es Hesíodo quien describe a esta familia tan particular, en su Teogonía.
De Zeus, sabemos que era el Dios principal de la Mitología griega, de su unión con Themis, Diosa encargada de vigilar el orden en el mundo, el respeto por las leyes, el cuidado de los dioses, la piedad filial, la fidelidad conyugal, nacen las Horas:

 

Eunomía: Diosa de la ley y la legislación, Diosa del buen orden.
Diké: era la Diosa de la justicia moral. Presidía sobre la justicia humana, haciendo su madre Themis, lo propio con la justicia divina.
Esta Diké de donde deriva el sentido propio de Justicia, nace fallida ya que era mortal, y Zeus la situó en la tierra para mantener la justicia entre la humanidad.
Pronto aprendió que ésto era imposible, y la situó junto a él en el Olimpo.
Eirene: representaba la paz.

 

Esta tríada, ofrece una transición gradual desde su influencia en todo el orden de la naturaleza hasta convertirse en necesarias a la vida humana en general.
Lo cierto es que Aristóteles, observando el lenguaje de su época, advierte que en griego un mismo término “Dikaion” derivado de Diké, significa a la vez Justicia como virtud moral, y derecho o lo justo.
La Justicia más que un Tribunal como la pensamos hoy, o como una institución, es ante todo virtud moral y como tal fue definida por Ulpiano: “Constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo, es decir su derecho (lo justo).”
Pero en sus orígenes la justicia en Homero y Hesíodo es retributiva, (justicia vengadora) posteriormente, será distributiva (la que permite un justo reparto de lo “suyo” de cada uno).
Entonces, podemos preguntarnos, ¿qué es ese “suyo” que van a buscar los que acuden primero a la justicia?
Porque hemos tenido ocasión de ver consultantes que primero fueron a la justicia a intentar arreglar sus problemas, y ésta paradojalmente, los deriva a intentar arreglar previamente otras cuestiones que no parece interesarles demasiado.

 

Creemos a veces que acuden en su fantasía vengativa, a la justicia retributiva, sólo persiguen el informe, que será casi indefectiblemente utilizado como arma de guerra contra su adversario, el cónyuge, pareja o ex…; pero para olvidar que serán siempre padre o madre de su hijo que aparece a veces como un rehén invisible, que queda indefenso a merced de quién sabe qué caprichoso designio, casi al modo de esos despiadados Dioses del olimpo griego…
En otros casos nos consultan personas que vienen con terapias individuales, que parecen haber fortalecido más rígidamente aún su postura como poseedores de la verdad universal y la más absoluta e irresponsable inocencia.
Nos parece, a veces bastante claro que no piden ayuda para revisar sus posiciones, sino más bien van a buscar en un lado o en otro, venganza, reconocimientos, reparaciones de heridas y dolores que vienen de lejos…casi míticos.
En estas condiciones es bastante improbable que el divorcio aparezca como “remedio” aún siendo éste uno de los objetivos legales, por medio de este accionar se transforma en una etapa, que agrava severamente la situación de quienes lo atraviesan, y con mucha suerte y siendo muy optimistas podemos pensar que alguna vez, reinará (o volverá a reinar) Eirene, en sus vidas…
Pero Eirene no podrá reinar, si Diké no hace primero su tarea! Con la ayuda, claro está, de Eunomía.
Como vemos desde tiempos inmemoriales se recurre a la Diosa de la ley y el buen orden. Nosotros como equipo intentamos que aquel que es “sometido a la ley” alcance el status de paciente. Difícil tarea ya que todo lo que es impuesto, tiende a ser rechazado. De esta manera se genera un clima de permanente tensión
…Ya estamos aquí, en el 2009, acudiendo a un pasado mítico que quizás nos ayude a entender algo más de éste presente que nos interroga día a día… quisimos complejizar la figura de este singular derivador que es la Justicia., y por un momento desviar la mirada de la familia en cuestión.
Terminada esta instancia evaluadora, la familia habitualmente sigue en lo jurídico, que fue su búsqueda inicial, perpetuándose la conflictiva eternamente. Por eso el título de la presentación.
Sin embargo, también ocurren momentos de satisfacción, cuando terminada esta instancia evaluadora, alguno de los adultos nos llama porque tienen preguntas que hacerse…porque han pensado y quieren compartir sus ideas…y ahí el Equipo festeja!!!!. Sobre todo porque esta vez el llamado ha sido genuino y la demanda espontánea.

 

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