[dropcap type=»circle» color=»#ffffff» background=»#555555″]E[/dropcap]ste es el aporte de la Lic. María Rosa Glasserman , a la mesa El tiempo en la Psicoterapia del IV Congreso Mundial de Psicoterapia, compuesta por Dr. Hugo Bianchi, Lic Juan José Calzetta y Dr. Curt Haker de la Sociedad Psicoanalítica del Sur.

 

“El tiempo viene del pasado y se dispara hacia el futuro, mide un antes y un después, es irreversible, no puede retornar por el mismo camino como un filme que se proyecta en sentido inverso. Sólo tiene una previsibilidad estadística, no está sometido a un determinismo causal, no es repetición infinita, ni los estados del antes y el después son homogéneos: entre ambos puede producirse una asimetría que permite la emergencia de lo nuevo. “La flecha del tiempo.”Víctor Massuh, Ed. Sudamericana, 1990.

 

El aspecto con que Martín(24) llegaba a sesión era deplorable. Despeinado, con olor, desaliñado y sin afeitar. Casi sin mirarme, me extendía una mano blanda y pringosa.

 

Después se sentaba y empezaba a hablar. Su discurso fue siempre el mismo durante mucho tiempo. Centrado en un pasado acusatorio, el blanco de las quejas eran sus padres y sus ex analistas. Así se establecía un clima de juicio con personajes siempre iguales, donde los papeles se repartían entre fiscales, acusados y jueces y donde nunca aparecían abogados defensores. Martín se refería a viejas escenas de su pasado. Pero, cual pasado? El construído por él, no por eso, inexistente. Los hechos que Martín narraba coincidían con los de los miembros de su familia, en cambio la interpretación de los mismos tenía perspectivas diferentes.

 

En cada sesión yo me preparaba para escucharlo. Sabía que su estilo paranoide era muy difícil de transformar y su ataque permanente a las terapias anteriores (8 años) estaba presente en nuestro vínculo.

 

El mismo se describía como “producto de sus jugos y olores “ que se producían en su encierro, tirado en la cama, casi sin salir para nada. Impulsado por un primo “que lo arrastró”, había logrado empezar una facultad poco exigente en una carrera fácil, que mucho no le interesaba. Tenía una inhibición para leer, así que distintos miembros de su familia se turnaban para hacerlo por él. Esto le significaba una humillación, ya que había sido educado con el mandato de que tenía que ir a Harvard, como su padre.

 

¿Cuándo comenzó su depresión?. Coincidente con una caída depresiva del padre. Entiendo que para el padre, una de tantas. Martín se pasaba la noche acompañándolo en su largo insomnio. Veía poco a sus amigos, no tenía relaciones sexuales, se encontraba impotente.

 

Cada tanto lograba hacer algo, un pequeño trabajo, un viaje y luego volvía a su estado de letargo. Su aspecto era el de un zombi.

 

Investigando la historia familiar, aparecieron, entre otras, situaciones irresueltas del padre con su propio padre. En este sentido me parece interesante incluir aquí el concepto de telescopaje generacional.1 Se trata de identificaciones con alguna figura significativa de otra generación aludiendo a la condensación de tres generaciones.

 

¿Qué aplicación tiene esto para el tema que nos convoca hoy: “el tiempo en la psicoterapia”? Observamos que aquí hay una inadecuación temporal del sujeto en tratamiento, ya que estamos ante un tiempo congelado que corresponde a otro momento. El padre de Martín, había estudiado en Harvard, pero nunca había aplicado ese saber adquirido a su trabajo, que no condecía con su formación. Estaba muy frustrado e infiero que se sentía fracasado, su actitud con su actividad era vergonzante. Por su parte, Martín comienza su depresión al tiempo de ingresar a la universidad, donde el legado del ideal familiar se le hacía muy presente. En esa situación, ¿cómo hacer para liberarse del mandato de ser otro, es decir, de traer un diploma extranjero y a diferencia de su padre, no fracasar ?

 

El trabajo terapéutico suele ser un punto de partida para la historización que lleva al sujeto a liberarse de su ser “Otro” y de otro tiempo. En el caso de Martín, la identificación con la historia de su padre lo congela en un “siempre”, en tanto que el trabajo terapéutico, si es efectivo, le puede permitir discernir su historia de la de sus padres, con lo que lo despega del pasado y le restituye un futuro.

 

Martín solía gritar en sesión que deseaba tener un padre “varón”. Investigando este deseo, nos encontramos con la historia de un abuelo débil que se dejó engañar. Queremos señalar que la condensación de estas historias lo llevaban a no vivir su propia vida, ya que estaba como anclado en el pasado, en un pasado alienado.

 

Hoy, Martín ha avanzado en muchísimas áreas: convive con una pareja , está atento a su cuidado personal y posee una pequeña empresa que exige una tecnología avanzada. A pesar de esto, conviven aún con él aspectos congelados de otro tiempo. Un indicio es el uso periódico de prendas que fueron de su padre y que hoy aparecen como fuera de época. Es decir, cada tanto aparece un personaje que podemos considerar disfrazado, como alguien que viene del pasado.

 

Sabemos que en esta lectura, estamos dejando fuera a la madre y a sus hermanos, quienes también forman parte de esta trama compleja. Sin embargo para mostrar el tema del congelamiento es necesario que hagamos un recorte.

 

Si tomamos el análisis que hace Bóscolo, de la relación entre el observador y las tres dimensiones del tiempo: presente, pasado y futuro, tal vez podamos entender mejor el caso de Martín.. Según Bóscolo, cada sistema posee una historia, un pasado que ayuda a definir los significados de los acontecimientos presentes que a su vez definen el pasado.

 

En el caso de Martín, la figura de un padre “fuerte, masculino, bien parado, viril” es un tema de por lo menos tres generaciones a través de las que se crea un anillo autorreflexivo en el que pasado y presente se influyen entre sí. Esto se complejiza si se toma en cuenta el futuro, que recibe su significado del pasado y del presente y a su vez influye sobre ellos.

 

En el caso de Martín su pasado lo está obturando en este momento con respecto al posible proyecto de tener un hijo. Frente al pedido de su pareja de consolidar la relación, él alega no sentirse en condiciones ya que teme repetir su historia.

 

Los diálogos posibles tienen tiempos y ritmos que surgen de la relación entre los tiempos individuales de los participantes del diálogo. Hoy, aún, el diálogo entre Martín y su pareja están influidos por temporalidades diferentes…

 

Silvia Bleichmar (2) desarrollando conceptos acerca de lo histórico, nos habla de “tiempos destinados a una historización posterior y cuya modalidad no puede sino ser tematizada por el sujeto que se encadena a su propia identificación. Esto -continúa diciendo Bleichmar- nos lleva a rehusar la idea de que el sentido del análisis sea la “construcción de una historia”. Por el contrario, el análisis (u otros tipos de psicoterapia, agrego yo) se dedica a la desconstrucción de lo fijado, de “la historia oficial” del sujeto, absteniéndose de ofrecer totalidades que reensamble el todo:”

 

Más adelante, en ese mismo trabajo, Bleichmar agrega algo con lo que acordamos: “No se trata aquí de “un retorno al pasado” para agregar lo que faltó ni para quitar lo que sobró, sino de una recomposición “disipativa” en un proceso irreversible “entendiendo por esto la posibilidad de que emerja lo novedoso y no sólo lo repetitivo.

 

Para terminar, esta breve comunicación tiene como objetivo, aportar algún comentario acerca de una posible relación de los temas propuestos: el tiempo y la psicoterapia, respondiendo a la invitación de mis colegas psicoanalistas.

 

Siempre encuentro, que cuando se incluyen otras perspectivas, tenemos muchas diferencias teóricas y luego, con algunos, muchos acuerdos en la práctica clínica. Muchas gracias por la invitación.

 

1. Telescopaje de las generaciones. Concepto desarrollado en “Transmisión de la vida psíquica entre generaciones” René Kaës, Haydée Faimberg, Micheline Enriquez, Jean José Baranes. Amorrortu editores, Bs As,1996

 

[divider scroll_text=»Subir^»]

 

Bibliografía

Bleichmar Silvia, (comp.) “Temporalidad Determinación Azar. Lo reversible y lo irreversible”. Piados, Psicología Profunda, 1994.
Bóscolo Luigi, Paolo Bertrando “Los tiempos del tiempo”. Piadós Terapia Familiar, 1996.
Glasserman María Rosa en “El cambio en el divorcio destructivo. Una nueva vuelta” en Droeven Juana (comp.) en “Más allá de pactos y traiciones”. Grama. Bs. As. 2004.
Kaës René, Faimber Haydée, Enriquez Micheline, Baranes Jean José. “Transmisión de la vida psíquica entre generaciones”. Amorror tu. Bs. As. 1996.
Massuh Víctor. “La flecha del tiempo”. Editorial Sudamericana, abril 1990.
Morin Edgar. “Ciencia con consciencia” en Parte segunda “Los ingredientes de la complejidad”. Orden, desorden, complejidad. Barcelona, 1984.
Najmanovich Denise Diálogo. Divorcio destructivo ¿La ilusión de detener el tiempo? en “Más allá de pactos y traiciones”. Grama. Bs. As. 2004.
Selvini Palazzoli y otros “Los juegos psicóticos en la familia”. Piadós, Terapia Familiar, 1990.
Prigogine I, Stengers, I, “Metamorfosis de la Ciencia” Madrid, Alianza Universidad, 1990.

 

[divider scroll_text=»Subir^»]